¡Creo que he visto un lindo gatito! Ah, no, no es un gatito, sino un par de enormes felinos que contra todo pronóstico se enamoraron, se aparearon y hasta fugaron del zoológico.
Esta es la historia de Cameron, un león y Zabú, una tigresa blanca que sorprendieron por su relación romántica y la posible cría de “ligres”.
¿Cómo fue que un león y una tigresa se enamoraron?
Aunque pudiera creerse que fue sin querer el romance entre este par de grandes felinos en el zoológico Nueva Inglaterra, al noreste de EE.UU, fue más que planeado, porque querían hacer “ligres”.
Por casi un año Cameron y Zabu estuvieron conviviendo en la misma área natural dentro del zoológico, en lo que el león recuperaba peso y la tigresa superaba algunos defectos genéticos, hasta que los intentaron cruzar.
La relación del león y la tigresa fue tan cercana que Cameron comenzó a ser bastante posesivo y celoso con Zabu, lo que preocupó a sus cuidadores al grado de que para no tener qué separarlos y hacerlos sufrir decidieron tomar una medida drástica: castrarlo.
Castrarlo representaba perder la oportunidad de crear ligres e incluso dejarlo sin su abundante melena, pero el precio resultaba pequeño para no perder su amor.
No obstante, todo fue por su verdadero amor, a lo que refirieron los cuidadores del zoológico: “construimos un gran recinto natural para que los dos compartieran, ya que están realmente unidos como pareja”.
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