Un “Currículum Vitae”, (o “CV” por sus siglas), suele ser el dolor de cabeza de todos los profesionistas, no importa cuántos años de experiencia tengas o si eres recién egresado, puesto que entramos en el reto de en una hoja o máximo dos demostrar nuestras habilidades, conocimientos, capacidades, experiencia y trayectoria curricular.
Y aunque muchos creamos que Recursos Humanos hacen el proceso de selección casi con “bolita de cristal”, lo cierto es que el CV del candidato a un empleo cuenta mucho, sin embargo, hay muchos mitos sobre qué debería tener tu currículum que aquí te aclaramos.
¿Qué debería tener mi currículum profesional?
Un currículum vitae puede tener muchas secciones, pero en general todos coinciden en que deben llevar: información personal, experiencia laboral, educación, habilidades y logros.
De forma opcional podrías agregar referencias o bien una “maqueta”, “brochure”, “book” o “carpeta” con tus producciones en el caso de que seas artista, modelo, diseñador, locutor o creativo y tengas proyectos que podrían fortalecer las aptitudes que señalaste.
¿Qué no debería tener mi Currículum?
¡Evita los currículums largos, con muchas hojas o demasiado texto con letra pequeña! Los reclutadores piensan en entregas más minimalistas que aseguren información importante y de calidad.
Por ende, debes evitar poner: fotografía, (la mayoría de países lo ven como poco profesional); formación anterior a la universidad, maestría o doctorado; (secundaria e inferiores sólo se usan si no hay estudios superiores); información que se considere personal como dirección, preferencia sexual, estatus civil, número de seguridad social , creencia religiosa y si tienes hijos.
¿Qué sí debería tener un Currículum exitoso?
Grandes agencias especializadas en reclutamiento destacan que los CV de una página o máximo dos que tengan información relevante de contacto como un correo, número de celular, redes sociales; estudios superiores y que tenga una lista de los trabajos o puestos que tuviste que son similares a los que estás buscando; habilidades blandas, (resiliencia, buena organización, etc.); voluntariados o asociaciones a las que pertenezcas y competencias que le den valor a tu experiencia como dominio de otros idiomas, software, etc.
No olvides además que para cada postulación debes poner trabajos o estudios que complementen el puesto y sean relevantes, así como destacar o desarrollar más aquello que sabes del ramo. ¡No cometas el error de usar un mismo CV para todo!
¡Toma apunte y ve a ganar ese puesto que estás buscando!
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