¿Sabías que algo tan simple como ajo con miel puede fortalecer tu salud desde casa?
Parece remedio de abuelita, pero la ciencia lo respalda: el ajo con miel cruda fermentada puede aliviar la tos, combatir infecciones y reforzar el sistema inmunológico.
La receta es sencilla: pela dientes de ajo, colócalos en un frasco limpio y cúbrelos con miel cruda. Tápalo dejando un espacio para que respire… y espera al menos cuatro días. Así, se activa un proceso de fermentación natural que concentra sus propiedades.
Este fermento, además de tener un sabor fuerte, pero dulce, está cargado de antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales como calcio, potasio y zinc.
No sólo ayuda a calmar el dolor de garganta, también mejora la circulación, puede reducir la presión arterial y tiene efectos antimicrobianos.
Una opción casera, accesible y milenaria que puede marcar la diferencia en tu salud cotidiana.
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Producción de miel en San Andrés de la Cal en Tepoztlán
