Dormir es una de las necesidades básicas del ser humano, y hacerlo de manera adecuada es fundamental para nuestra salud y bienestar, sin embargo, hay un extraño comportamiento que muchos de nosotros hemos experimentado en algún momento: dormir abrazados a una almohada.
¿Qué significa este hábito desde una perspectiva psicológica?
Según los expertos, dormir abrazados a una almohada es una forma de recrear la sensación de contacto físico y cercanía que experimentamos en situaciones de afecto y seguridad. Esto puede ayudarnos a reducir la ansiedad y el estrés, promoviendo un sueño más profundo y reparador.
Apego emocional
Este comportamiento también puede estar relacionado con nuestro apego emocional. Durante la infancia, el contacto físico con los cuidadores es fundamental para desarrollar un sentido de seguridad y pertenencia, al dormir abrazados a una almohada, podríamos estar buscando revivir esa sensación de protección y confort.
Ansiedad y soledad
En algunos casos, dormir abrazados a una almohada puede ser una forma de lidiar con la ansiedad o la sensación de soledad. El contacto físico puede actuar como un mecanismo de autocalmado y ayudarnos a sentirnos menos vulnerables.
Hábito automatizado
Por último, es posible que dormir abrazados a una almohada simplemente se haya convertido en un hábito. Muchos de nuestros comportamientos, especialmente los relacionados con el sueño, se automatizan con el tiempo y pueden ser difíciles de cambiar.
Según un estudio publicado en la revista “Sleep Medicine”, el 60 por ciento de las personas duermen abrazadas a una almohada como forma de reducir el estrés y la ansiedad antes de dormir.
Es importante destacar que dormir abrazados a una almohada no es un comportamiento negativo ni patológico. Al contrario, puede ser una forma saludable de manejar el estrés y la ansiedad, y promover un sueño reparador.
Dormir abrazados a una almohada es más que un hábito; es una forma de buscar confort y apego emocional. Entender las razones detrás de este comportamiento puede ayudarnos a abordar problemas subyacentes de ansiedad, soledad o inseguridad, y mejorar nuestra salud mental y emocional.
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