En el corazón de la comunidad de Atotonilco, se encuentra el legendario Santuario de Atotonilco, un templo antiguo que alberga una réplica del estandarte emblemático que Miguel Hidalgo llevó durante la lucha por la Independencia de México. Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008, este santuario es el principal atractivo histórico del pueblo, destacando por su rica historia y sus impresionantes pinturas artísticas, obra principalmente de los talentosos artistas Antonio Martínez Pocasangre y José María Barajas, que adornan sus naves.
Este templo, situado entre los municipios de San Miguel de Allende y Dolores Hidalgo, no solo es un ejemplo de la influencia de la doctrina de San Ignacio de Loyola, sino que también jugó un papel significativo en el movimiento de Independencia de México.
Según las crónicas históricas, este templo fue uno de los lugares donde Miguel Hidalgo se desempeñó como cura, y además, fue el lugar de donde tomó la imagen de la Virgen de Guadalupe que utilizó como estandarte para liderar al ejército insurgente, convirtiéndolo en un sitio de gran importancia histórica.
Este día fue tomado el estandarte de óleo
Existía un cuadro al óleo de la Virgen de Guadalupe que, según la tradición, sirvió como insignia del movimiento independentista. Actualmente, se preserva una réplica supuestamente exacta de este cuadro en el mismo santuario, sirviendo como un valioso recordatorio de la importancia histórica del lugar.
“Estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe, es una copia fiel de aquel que tomó del Santuario de Atotonilco, Guanajuato, el padre Miguel Hidalgo y Costilla, el 16 de septiembre de 1810, al paso de las tropas insurgentes de Dolores a San Miguel el Grande”, se lee en la placa que se encuentra bajo el estandarte.
Según relatos de testigos insurgentes, Miguel Hidalgo tomó la imagen de la Virgen de Guadalupe de manera espontánea, sin planificación ni intención premeditada. Aunque se cree que el estandarte original se encuentra en el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, pintado por Andrés López en 1805, algunos expertos cuestionan su existencia.
En el libro “Pesquisa sobre un estandarte. Historia de una pieza de museo” de Jacinto Barrera Bassols, se sugiere que la historia del estandarte fue fabricada para acusar a Hidalgo de fautoría, es decir, el uso indebido de símbolos religiosos con fines malintencionados, poniendo en duda la autenticidad de este evento histórico.
El estandarte: un emblema con arraigo nacional
Independientemente de la veracidad de los eventos relacionados con el estandarte, el Santuario de Atotonilco mantiene su significado histórico y su conexión con la lucha por la independencia. Esto se honra y conmemora a través de un monumento ubicado frente al santuario y una placa que recuerda el acontecimiento, solidificando su lugar en la memoria colectiva y en la celebración de la independencia de México.
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