Muchas veces los mismos animales nos dan grandes lecciones de vida, y es que pareciera que entre ellos no hay diferencias y en ocasiones generan ambientes armoniosos, tal cual pasó con una gata que adoptó como propia a una cría de lince.
El pequeño lince, bautizado como “Nika”, nació en un zoológico de Rusia , pero fue rechazado por su mamá, por ello, al necesitar cuidados para su buen desarrollo, la felina no perdió la oportunidad de criarlo y ser su madre sustituta. Bien dicen por ahí que, “madre no es la que engendra, si no la que cría”.
Toda esta historia surgió porque uno de los cuidadores se percató de que el bebé lince no era cuidado por su madre, por lo que tuvo la ingeniosa idea de llevar a su gata que recién parió para ver su comportamiento, el resultado fue lo que esperaba. Ahora, el pequeño lince se encuentra sano y recibiendo mucho amor de su mamá adoptiva.
¿Por qué los animales adoptan a otras crías?
Quizás hemos visto casos en donde animales adoptan a crías de su misma especie como un acto protector, pero que cuiden de crías que son de otras especies lo hace insólito.
Puede que el adoptar a crías de diferente especie resulte como un compañerismo, beneficio mutuo de seguridad o incluso, hay quiénes aseguran que cuando una hembra de mamíferos recién ha tenido crías, aún tienen la hormona de la oxitocina elevada, lo que facilita aún más su instinto maternal logrando que cuide especies diferentes a la misma. ¿Lo sabías? Esto se debe a que la oxitocina combinada con la prolactina (hormona gestacional), es lo que hace que esté “maternal”.
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