Durante la época decembrina los juguetes mexicanos solían tener un amplia demanda, ya que las personas los adquirían para adornar sus árboles de navidad, durante ese periodo y hasta el 6 de enero era donde más se producían y vendían, para sorprender a las niñas y niños el día de los Reyes Magos, pero poco a poco han dejado de tener prioridad, ya que las importancias chinas están cobrando más fuerza.
El investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Arturo Ortiz Wadgymar pidió que para volver a posicionar al juguete mexicano se debe pensar en una política industrial, es decir, que se fabriquen en México aquellos productos que se importan del país asiático y que parecen ser más atractivos para los ciudadanos mexicanos.
Hay varias causas por las que el juguete mexicano ha sido relegado, por ejemplo, los juguetes chinos que muestran grandes avances en tecnología han opacado a los juguetes de plástico, madera y demás materiales que se utilizan en México, quedando obsoletos y sin oportunidad de venta, afectando con ello a los fabricantes que se quedan sin posibilidades de competir contra los productos chinos.
¿Qué importaciones chinas han relegado al juguete mexicano?
Los productos chinos pese a tener baja calidad y poca durabilidad, están ganando terreno en el territorio mexicano, cada vez se abren más tiendas y suelen estar abarrotadas por los habitantes que las prefieren antes que consumir lo local, ya que consideran que son más actuales y económicos.
Las importaciones principales que le están dando batalla al juguete mexicano son las consolas y los videojuegos, los bloques de construcción, juguetes que representan animales, muñecos o muñecas de las figuras de acción que vienen con accesorios y suelen ser de tamaños considerables.
Dichos artículos provienen de China en un 80 por ciento, según un estudio del INEGI “Conociendo la industria del juguete”.
La competencia está superando a lo que se fabrica en nuestro país, pues el juguete mexicano sigue con las ideas del siglo pasado, son en su mayoría productos artesanales que lejos de resultar atractivos para jugar, han pasado a ser de colección y en muchos de los casos, los consideran inservibles, pues es gastar dinero y los pequeños de la casa los ignoran.
La recomendación para las familias mexicanas es consumir los productos locales, mostrando a los niños que sí pueden ser divertidos y utilizarlos para desarrollar su ingenio, para qué de esta manera mejoren las ventas para todos aquellos que se dedican a fabricar juguetes mexicanos.
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