Aunque “Santa Claus”, (o “Papá Noel” en los países de habla hispana y España), no sea desconocida para nadie y muchos lo asociemos a ese viejito regordete con risa profunda en “jo, jo, jo” de ropa roja que vive en el Polo Norte lo cierto es que casi nadie sabe que, de hecho, se basa en una persona que sí existió. ¡Así es! En esta navidad no sólo el árbol de navidad y las posadas tienen historia, también Santa.
¡¿A poco no sabías que Santa, existe?!… o al menos lo hizo alguna vez.
¿De dónde surge la historia de Santa Claus?
Aunque es el “papá" o “símbolo” de la navidad, Santa Claus proviene del año 270 en Patara de Licia, en el Imperio Romano cuando nace el santo Nicolás de Bari o Nicolás de “Mira”, ahí fue un hombre de fe nacido de católicos tan apegado a la iglesia que sería primero presbítero y luego Obispo por un golpe del destino cuando tras la muerte de sus padres conociera la fe al entrar a un templo y sin querer interrumpiría un concilio para la selección del próximo Obispo de la región.
Sus primeros años como católico no fueron los más “dignos de un santo” ya que tuvo arranques un tanto extremos como querer quemar todos los templos paganos, (lo que lo llevó a ser encarcelado y le quemaran la barba), hasta que el emperador Constantino lo liberó haciendo que tomara la fe desde una perspectiva mucho más afable, volviéndose un referente de dulzura y sencillez durante sus poco más de entre 75 – 80 años de vida, volviéndose uno de los pocos santos no mártires del catolicismo, con una fama que le generó devoción en Oriente y Occidente.
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¿Por qué Santa Claus entrega juguetes a los niños?
Toda leyenda, incluso las de navidad, tienen una razón de ser y es que Santa Claus, o mejor dicho, Nicolás viviía en una región turca pobre y en la que azotaba bastante la crudeza del invierno, debido a que todos debían permanecer bajo techo y los niños estaban tristes, el en ese entonces Obispo, se dedicó a tallar juguetes rústicos en madera y pintarlos para dárselos a los niños el 25 de diciembre como un símbolo de la esperanza que había nacido con Cristo en la Nochebuena.
Pese a que durante años Santa Claus estuvo “peleado” o “ajeno” a la navidad cristiana por no tener “imágenes de culto”, en los Países Bajos de Europa que se negaron a dejar a San Nicolás de lado y lo llamarían “Sinterklaas”, quien luego se iría con los colonos al Nuevo Mundo, difundiéndose no como una figura religiosa sino como una especie de mito navideño.
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¿Por qué Santa Claus se viste de rojo?
A diferencia de México u otros países no católicos la navidad no tenía una imagen específica, (como lo es aquí el Niño Dios), fue hasta 1900 cuando los habitantes de Nueva York se propusieron cambiar las reglas del juego y hacer de ésta una fecha familiar retomando el “Sinterklaas” que se pronunciaría “Santa Claus” pasando de un santo católico con sotana a un hombre regordete, barbón, de traje rojo y con renos en un trineo, que se volvió popular por los soldados de la Segunda Guerra Mundial, (finales de 1945 en adelante).
El Santa Claus gordito que conocemos no fue una imagen clara hasta que el equipo de mercadotecnia de la Coca - Cola, pidiera una obra por encargo a Hhaddon Sundblom en 1930 y de ahí, para los años posteriores “ese” sería el Santa Claus que todos conoceríamos.
Ahora, la navidad, incluso para los católicos va ligada siempre al hombre rechoncho con pronunciada barba blanca y traje rojo, quien con la Señora Claus y cientos de miles de elfos que habitan en el Polo Norte, recorre en 12 horas el mundo entero dando juguetes, (pese a diferencias de usos horarios).
¿Qué otros nombres tiene Santa Claus?
Le llamemos como le llamemos, San Nicolás de Bari o de Mira dependiendo de Oriente u Occidente; Santa Claus o Papá Noel a nivel internacional; Olentzero en Euskal-Herria; Tio de Nadal en Cataluña; Apalpador en Galicia; ‘Jultomten’ o ‘Julenissen’ en Suecia y Noruega; Sinterklaas en Holanda; ‘Joulupukki’ en Finlandia o hasta “Santa Albahaca” en Grecia… El título no importa, cuando el hombre que creó el mito es el mismo, tan vivo hoy como ayer y siempre.
¡Feliz navidad, Santa Claus!
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