La defensa personal no son sólo golpes y patadas, ¡fortalece la mente!

Cada vez son más las personas que están buscando un curso de defensa personal, a raíz de la inseguridad, pero aprender a defenderse tiene su complejidad.

Michelle Romero
Viral y Tendencia
Defensa personal
Crédito: Archivo FIA

Derivado de los altos índices de violencia e inseguridad que radican en el Estado de México, hombres y mujeres han optado por acudir a cursos y seminarios de defensa personal, cursos que tienen montos económicos considerables con duraciones de un día hasta varias semanas, sin embargo, hay quienes mencionan que para lograr mayor efectividad es mejor practicar un deporte de contacto de manera disciplinada.

Expertos aseguran que no es lo mismo el ring, que estar en la calle, frente a un desconocido que intenta hacerte daño, los nervios pueden traicionarte, por ello, recomiendan optar por un deporte de contacto, para así saber cómo actuar frente a una situación de riesgo, como una agresión sexual, donde no sólo se necesita saber qué hacer, si no tener el temple para hacerlo.

Agregaron que de nada servirá que vayas a unas cuantas clases si a la hora decisiva te vas a acobardar, y las clases de manera disciplinada te ayudaran a forjar tu carácter, no dudar y sobre todo, a actuar rápido, para que puedas ponerte a salvo.

La defensa personal va más allá de los golpes y las patadas

Las personas que van a inscribirse a clases de defensa personal se muestran interesadas en mayor porcentaje en aprender a soltar golpes, patadas, llaves, o sumisión y dejan de lado, el poder de la mente, la cual puede hacernos una mala jugada y no porque así lo queramos, sino porque no sabemos controlar nuestras emociones.

Especialistas en defensa personal señalan que también se tiene que trabajar lo que es la parte proactiva que es básicamente, la táctica, la técnica, la parte de la filosofía, la psicología, la parte de la meditación y el conocimiento de las leyes.

Quizá esto te parezca inútil, pero debes tener poder mental para actuar sin miedo y saber que un mal golpe que le propicies a tu agresor, así sea para defenderte, y este muere, te convierte en homicida, por lo que debes saber donde golpear y cómo hacerlo, para que puedas debilitar a tu atacante y a la vez, no correr el riesgo de terminar en prisión.

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