¿Sabías que el Año Nuevo debería de ser de hecho “Nochevieja”?, (como le llaman en España), ya que es la última noche del año, (31 de diciembre), y lo que esperamos es justamente el inicio del Año Nuevo a la medianoche, entre platillos, comer 12 uvas y algunos otros ritos que presumen traer felicidad, amor y abundancia.
La celebración tradicional se lleva del 31 de diciembre al 1 de enero del año entrante, aunque algunas culturas como los chinos celebren de acuerdo a calendarios lunares y suele ser hacia febrero.
¿Cuándo nació la celebración del Año Nuevo?
En la época del Calendario Juliano, el año nuevo se celebraba el 1 de marzo, sin embargo, el ciclo anual duraba poco más que el ciclo solar teniendo un desfase de alrededor de 10 días que afectaba las cosechas de primavera y la época de siembra.
Por lo que, cuando en 1582 entró en vigor el Calendario Gregoriano por el homónimo papa que contaba los años a partir del nacimiento de Jesucristo también no sólo se benefició a las siembras por tener un control solar y lunar ad hoc, sino, que movió el día en el que las instituciones eclesiales promoverían la celebración del Año Nuevo, (cercano a la natividad del 24 de diciembre), siendo el 1 de enero la fecha final.
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¿Cuándo y cómo se comen las 12 uvas para celebrar el Año Nuevo?
Según la costumbre se comen doce uvas en las doce últimas campanadas hacia la medianoche del 31 de diciembre, es una por campanada y además se le otorga un propósito o deseo especial a la porción.
Si bien es cierto que las más populares son las verdes, (por tamaño, consistencia y facilidad de ingerirlas al no poseer semillas), es indiferente si son de este color rojas o negras, el chiste, es comerlas, (si es que te quedó huequito luego de atascarte de los platillos típicos del 31 de diciembre ).
Poema de las 12 uvas para Año Nuevo
Esta tradición se ha popularizado tanto que el poeta venezolano Andrés Eloy Blanco escribió un poema titulado “Las Doce Uvas del Tiempo” y que entre uno de sus versos reza:
“Aquí es de la tradición que en esta noche,
cuando el reloj anuncia que el Año Nuevo llega,
todos los hombres coman, al compas de las horas,
las doce uvas de la Noche Vieja.
Pero aquí no se abrazan ni gritan: ¡FELIZ AÑO!,
como en los pueblos de mi tierra;
en este gozo hay menos caridad; la alegría
de cada cual va sola, y la tristeza
del que está al margen del tumulto acusa
lo inevitable de la casa ajena”.
Y con esa reflexión de que se nos va un año e inicia otro, pensamos en lo que se va y lo que probablemente viene entre recuerdos de lo que fue y la esperanza de que mañana, sea aún mejor.
¡Feliz Año Nuevo 2024!
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