Hay muchas razones para sentirnos orgullosos de ser mexicanos y no sólo en septiembre o en algún mes específico, sino todo el año. Y es que el cacao, el chile y el maíz , son los tres productos principales en la alimentación mesoamericana que México le ha dado al mundo.
De hecho fuimos los mexicanos quienes descubrimos el chocolate, o mejor dicho, el cacao, que era tan codiciado en la época de los aztecas y mayas que era considerado un alimento para los dioses y la realeza, incluso fue una moneda de cambio previo a la conquista europea de acuerdo con la publicación “El uso de cacao como moneda en la época prehispánica y supervivencia en la época colonial”.
Hoy te contamos más al respecto del valor del cacao y cómo fue México quien inventó el chocolate caliente.
¿De dónde viene el cacao?
Las condiciones climatológicas de Mesoamérica contribuyeron a que el cacao estuviera presente en las antiguas civilizaciones, como la maya, la tolteca, la olmeca y la azteca, quienes cultivaron el árbol del cacao y desgranaron con cuidado sus vainas con una flor parecida a una orquídea.
El cacao fue moneda, pero también bebida que se decía que Quetzatcoátl se lo regaló a los mayas para que estos pudieran probrar la “fuerza de los dioses”, por ello, los chamanes y sumos sacerdotes la daban a los reyes y guerreros antes de una batalla, puesto que, daban mucha energía tras su consumo.
Originalmente, el cacao se convertía en “xocoatl” o “xocolatl” el primer “chocolate caliente” de la historia.
¿Cuál fue el primer chocolate caliente de la historia?
El “xocolatl” o “xocoatl” es básicamente un chocolate caliente, pero con sus ligeras diferencias: puesto que a diferencia del “cacao” o “hot chocolate” que todos conocemos hoy día con azúcar y leche, antes se hacía moliendo directo el grano de cacao, con agua y chile.
El “xocolatl” también podía llevar un poco de pimienta y canela, lo que en conjunto le daba un sabor picante y un tanto amargo, que bien podía ser bebido caliente o frío.
¿Dónde se puede probar el chocolate caliente original?
Actualmente gracias al “tejate” podemos probar el cacao con agua sin añadidos, también podemos probar el “xocolatl” en algunas chocolaterías y tiendas tradicionales hacia el centro del país, o bien, contentarnos con un champurrado, que aún guarda algo de la tradición de antaño de cacao con agua, pero se le añade azúcar y fécula de maíz para darle consistencia.
¿Para qué es bueno el cacao?
En su forma natural, o sea, sin azúcares ni leches añadidas, se aconseja para aumentar el rendimiento físico y mental, combatir la fatiga, disminuir el dolor de riñones y hasta para mejorar las funciones intestinales.
La composición del cacao y lo que nos aporta de saludable a nuestro organismo lo convierte en uno de los grandes “súper alimentos”, pues presenta una gran concentración de antioxidantes, catorce veces superior a la del vino y veintiuna veces más que en el té verde, además es rico en magnesio, hierro, calcio, fósforo, manganeso, potasio y zinc.
¡Toda una maravilla! Hasta ya se me antojó comerme un pan con cacao caliente.
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