En México a la muerte se le recibe como una vieja amiga, con diversión, colorido y folklore, en medio de una celebración nostálgica donde damos la bienvenida a nuestros fieles difuntos el Día de Muertos, entre panes , flores de cempasúchil , papel picado y un exuberante altar.
Si tú también quieres poner tu altar de muertos, te compartimos qué debe llevar la ofrenda.
¿Cuándo se empezaron a hacer los altares de Día de Muertos?
La época colonial en el siglo XVI, tras la conquista se comenzó a celebrar el Día de los Fieles Difuntos, cuando se veneraban restos de santos europeos y asiáticos en ceremonias acompañadas por arcos de flores, oraciones, procesiones y bendiciones de los restos en las iglesias y con reliquias de pan de azúcar y el llamado “pan de muerto”.
Con el asentamiento y popularización de este festejo, el altar como una muestra de la creencia de los “diferentes planos” entre la vida y la muerte, tomó también posición en la cultura, generado la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia ese día, el 02 de noviembre de cada año.
¿Cuántos niveles debe tener el altar de muertos?
Aunque no hay en sí una regla y los altares pueden variar en sus niveles desde dos hasta siete, todos tienen esto en común:
- Se coloca sobre una mesa o repisa cuyos niveles representan los estratos de la existencia.
- Los más comunes son los altares de dos niveles, que representan el cielo y la tierra; en cambio, los altares de tres niveles añaden a esta visión el concepto del purgatorio.
- El altar de siete niveles se simbolizan los pasos necesarios para llegar al cielo y así poder descansar en paz.
- Cada uno de los escalones se forra en tela negra y blanca y tienen un significado distinto, incluso llevan diferentes ofrendas.
¿Qué significado tiene la ofrenda del altar de muertos?
Una vez que se elige si tendrá dos, tres o siete niveles, así como a quién le dedicaremos el altar, (puede ser a un pariente, una mascota fallecida o hasta a un santo), y forramos el espacio, es tiempo de poner la ofrenda.
Comúnmente los altares siempre deben tener esto:
Imagen del difunto: Dicha imagen honra la parte más alta del altar. Se coloca de espaldas, y frente a ella se pone un espejo para que el difunto solo pueda ver el reflejo de sus deudos, y estos vean a su vez únicamente el del difunto.
La cruz: Va en la parte superior del altar, a un lado de la imagen del difunto, y puede ser de sal, ceniza o aserrín.
Copal e incienso: El copal es un elemento prehispánico que limpia y purifica las energías de un lugar y las de quien lo utiliza; el incienso santifica el ambiente.
Arco: El arco se coloca en la cúspide del altar y simboliza la entrada al mundo de los muertos, se le adorna con limonarias y flor de cempasúchil, puesto que se dice que esta flor “guarda los rayos del sol” y guía a las ánimas ida y vuelta del altar al panteón.
Papel picado : Es considerado como una representación de la alegría festiva del Día de Muertos y del viento.
Velas, veladoras y cirios: Todos estos elementos se consideran como una luz que guía en este mundo. Son, por tradición, de color morado y blanco, ya que significan duelo y pureza, respectivamente. Los cirios pueden ser colocados según los puntos cardinales, y las veladoras se extienden a modo de sendero para llegar al altar.
Agua: El agua tiene gran importancia ya que, entre otros significados, refleja la pureza del alma, el cielo continuo de la regeneración de la vida y de las siembras; además, un vaso de agua sirve para que el espíritu mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos.
Calaveras: Las calaveras son distribuidas en todo el altar y pueden ser de azúcar, barro o yeso, con adornos de colores; se les considera una alusión a la muerte.
Comida: El alimento tradicional o el que era del agrado de los fallecidos se pone para que el alma visitada lo disfrute.
Pan: El pan de muerto es una representación de la eucaristía, puede ser en forma de muertito o de domo redondo, adornado con formas de huesos en alusión a la cruz, espolvoreado con azúcar y hecho con anís.
Objetos personales: Se colocan para que el espíritu pueda recordar los momentos de su vida, en caso de los niños, se emplean sus juguetes preferidos.
¡Aún es un buen momento para hacer la ofrenda de este año!
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