Crean arte con metales en Morelos
Con cobre, tumbaga, latón o alpaca... Doña Lidia y don Aurelio han salido adelante convirtiendo estos metales en accesorios.
Lo peculiar de su labor es que lo que unas personas desechan, para ellos es obra de arte.
“En el fierro viejo, porque luego no hay dinero para invertir, vamos al fierro viejo y compramos los tubos de cobre, o cuando vemos tirado un clabecito o un alambre, lo levantamos y de ahí sale... Para unas personas es basura, pero para nosotros es dinero... De ahí hacemos los anillos, gargantillas, torcemos el alambre, y ya, el alambre de cobre, de tumbaga y la hacemos gargantilla o lo martillamos”, detalla Lidia Velázquez, artesana.
Llevan más de 40 años siendo artesanos
Mientras que doña elvia moldea los cables, don Aurelio les da la forma deseada a los accesorios.
“Lo primero es la herramienta, teniendo ya la herramienta, aquí ocupo desde martillos, pinzas, de diferentes pinzas, martillo también, 2,3 martillos que también diferentes, para el golpeteo que hago, y luego también ocupo motores para dar la terminada, que esto se pule, después de que ya se hace la pieza, se pule, se le da brillo y se saca a la venta”, enseña Aurelio Martínez, artesano.
La familia Martínez Flores lleva más de 40 años dedicándose a las artesanías, creando piezas que son únicas e irrepetibles.
“Ahorita me he dedicado al anillo, porque veo que le da mucha curiosidad los anillos y me dediqué a eso, a tener un poquito más de inteligencia para hacer diferentes figuras”, dice Aurelio Martínez, artesano.
“Me gusta mucho formar las piezas y me encanta cuando ya las veo lucidas. Me siento orgullosa de ver que pude haber hecho algo que a otra persona le llama la atención”, dice doña Lidia, artesana.
La edad y las carencias no es impidemento para hacer arte
En una casa humilde en Alpuyeca, con carencias, pero con una creatividad que rebasa cualquier obstáculo, la familia Martínez Flores demuestra que realizar algo que les apasiona, es el principal motor para salir adelante, por lo que a su avanzada edad, siguen colocándose en el centro de Xochitepec los fines de semana con sus piezas artesanales.
“Que no nos siéntamos inútiles, porque aunque somos de la tercera edad y tenemos problemas de enfermedad, somos útiles y eso queremos, así irnos con dios, siendo útiles”, finaliza Lidia Velázquez.
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Miguel Alberto Rojas, artesano de güiros
