Resolución Judicial en Tangolunda podría sentar un precedente sobre otros conflictos y denuncias en Oaxaca

Un mes de que el campo de golf de Tangolunda en Huatulco, Oaxaca fuera clausurado, los impactos negativos a la economía y turismo del sitio continúan.

Diego Borbolla
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La suspensión definitiva para que Producciones Especializadas S.A. de C.V., “no sea desposeída del polígono en donde se ubica el campo de golf Tangolunda en Huatulco”, cierra la puerta además a las disputas entre grupos de pobladores, como ya ocurre en otros parques nacionales de este destino turístico.

Para ejemplo, el polígono Pescadores en el Boulevard Chahue, donde hay asentamientos irregulares y ya hay incertidumbre entre pobladores…

Habitantes de Huatulco padecen los estragos del cierre del campo de golf de Tangolunda

Y no tienen por qué utilizar la fuerza pública, mucho menos intervenir, estar a echar a pelear entre civiles, es que es la tristeza más grande, que no hay ninguna autoridad que pueda parar esto”, señaló Roberto un poblador de la zona.

Sí, ya comenzaron las fricciones con grupos de otros asentamientos irregulares….

A raíz de eso ellos empiezan la confrontación, ellos les dicen que nos agredan y ellos son borregos, porque eso son, son borregos y a mí me golpearon, yo me siento muy mal, yo me siento triste, porque no se vale”, señaló uno de los especialistas en la zona.

Lo advierten los especialistas, es el efecto dominó, así lo mencionó Ana: “Y esa regularización se va a volver terriblemente el fomento para que haya más invasión, no se la va a acabar el gobierno (…) todo eso se lo comieron los decretos a áreas naturales protegidas, toda la reserva urbana de vivienda social”.

Así se ve la Guardia Nacional a la entrada de estas colonias perdidas que aún no tienen claridad en su destino.

“Se lo hago sentir al Presidente de la República que yo he estado y he apoyado a él. (…) Estoy decepcionada y ojalá voltee a ver su pueblo que somos nosotros y que necesitamos su apoyo”, señaló otro de los pobladores.

Un letrero recién colocado marca la zona de propiedad federal, detrás de él la abismal realidad de décadas: decenas de casas de madera y techos de lámina con un rumbo indefinido…

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