El uso de pirotecnia es bastante común durante la temporada decembrina; niños y adultos suelen utilizar los fuegos artificiales para celebrar la Navidad y el Año Nuevo, sin embargo, pasan por alto que utilizarlos sin precaución pueden provocar no sólo daños en los hogares, si no también daños físicos a las personas.
La doctora Cristina Pacheco del Valle, Gerente Médico de las clínicas APEC Hospital de la Ceguera puntualizó, “se estima que 14 por ciento de las lesiones por fuegos artificiales se producen en los ojos, generando un trauma ocular, el cual se define como una lesión provocada por golpes, cortes o quemaduras, que causan daño en el ojo y sus estructuras periféricas provocando en el peor de los casos deterioro visual o ceguera”.
La especialista detalló que después de las manos, los ojos son los que sufren más lesiones a causa de la pirotecnia, ya que las personas cierran los ojos y dejan la sustancia más tiempo en el ojo, lo que provoca un daño mayor.
“Las quemaduras pueden producir lesiones cicatriciales, perforación del ojo, infecciones y anomalías visuales” indicó la médico especialista en cornea y cirugía refractiva.
Esa importante que sepas, que si una persona sufre alguna quemadura ocular no se debe aplicar ningún remedio casero o intentar tratar de curar en casa, ya que podría traer consecuencias, lo más recomendable es proteger la zona con extrema precaución y acudir de inmediato a atención médica.
Los fuegos artificiales no afectan sólo a los que los usan
La pirotecnia no representa un riesgo únicamente para quienes manipulan los “cuetes”, el 65 por ciento de las personas que han resultado lesionadas son los espectadores, tanto niños como adultos jóvenes los que tienen más probabilidades de sufrir una quemadura ocular.
Y esto ocurre porque el impacto de los fragmentos incandescentes puede ser tan alto que podría alcanzar el ojo de una persona que se encuentre cerca, sobre todo si son manipulados de forma incorrecta.
Si los pequeños de tu familia, pasan el rato jugando con la pirotecnia, es indispensable que sean supervisados por un adulto y asegurarse que los “cuetes” se encuentren en buen estado, para evitar que puedan explotar antes de tiempo en sus manos o bien lanzarlos lejos donde no haya personas cerca y puedan estallar sin afectar a nadie.
Sobretodo hay que prestar mucha atención que no guarden los juegos artificiales en las bolsas de su ropa, ya que la fricción podría ocasionar que estos se activen y provocar graves quemaduras.
La opción más segura para evitar este tipo de accidentes es dejar la pirotecnia a un lado y realizar actividades más adecuadas para la familia. Es mejor prevenir antes de que nuestra vida de un cambio radical.
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