Especialistas de la Universidad Nacional Autonóma de México, (UNAM), comparten que quizás por el ritmo de vida acelerado y la rutina diaria mucha de la población padece de problemas relacionados con la ansiedad.
Pero, ¿qué es la ansiedad? se trata de un estado emocional estresante y displacentero que provoca un sentimiento de nerviosismo y desasosiego, y sus causas aún no están claras.
La ansiedad puede desencadenar una sensación de nerviosismo, aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada, sudoración, temblores, falta de concentración y dificultad para conciliar el sueño.
Para disminuirla muchas personas comen cualquier cosa, en exceso y con ello crean malos hábitos alimenticios, provocando obesidad y diabetes.
¿Por qué comer por ansiedad?
El doctor Benjamín Guerrero López, (jefe del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la UNAM), diferencia entre el hambre y “comer por ansiedad”.
Explicó que el hambre se puede entender como “una respuesta fisiológica normal que tiene nuestro organismo a causa de un vacío en el estómago y porque necesitamos la energía que proporcionan los alimentos para realizar las actividades diarias”.
En tanto “comer por ansiedad” está más encaminado a encontrar placer que a una necesidad fisiológica y que tiene repercusiones importantes, tanto a nivel psicológico como nutricional, generalmente se ingieren alimentos ricos en carbohidratos, grasas saturadas o sal.
“Cuando tenemos emociones negativas (ansiedad, malestar emocional, estrés, aburrimiento, tristeza o soledad) nos dan ganas de estar picando estos alimentos. Salimos a la esquina y encontramos una tiendita donde encontramos todo aquello que se nos antoja o que nos va a generar una sensación de placer. Esto me va a ayuda a ‘contener’ el estado en el que me encuentro, aunque no es lo correcto”, precisó el doctor.
Otros factores que influyen para “comer por ansiedad” es alimentarse rápidamente para atender el celular, o comer mientras hacemos otras tareas (jugar videojuegos o usar la computadora).
Es importante tomarse tiempo para consumir alimentos, no hacerlo con prisa, priorizar el momento y no realizar otras actividades al mismo tiempo, así como establecer horarios, realizar ejercicio y tratar de consumir alimentos saludables.
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