El acné es una afección en la piel y ocurre cuando los poros de la piel se tapan, debido a la grasa y células muertas que los obstruyen, provocando un brote de lesiones, las cuales pueden ser mínimas o severas, son conocidas como granos, barros y espinillas; hay pequeños detalles que pueden agravar su condición o disminuir su inflamación.
Este problema puede presentarse a cualquier edad, pero los jóvenes son los principalmente afectados y si no se trata a tiempo puede generar grandes complicaciones en el autoestima, ya que a temprana edad buscan verse bien ante el sexo opuesto o evitar burlas o comentarios ofensivos respecto a su apariencia.
Lo principal para combatir al acné es tener paciencia y seguir al pie de la letra el tratamiento indicado por un dermátologo, además de cuidados puntuales en el hogar, como lavarse el rostro en la mañana y en la noche, no tocarse la cara cuando tengan las manos sucias, evitar pellizcarse los granos y/o untarse remedios caseros que se difundan en internet, pueden ser contraproducentes, ya que los rostros son distintos y no reaccionan igual, si cierto producto le hizo bien a otra persona, no significa que contigo pasará igual.
La alimentación también influye en el grado de acné
Hay varios tipos de acné, el juvenil y el hormonal; el primero viene con la pubertad y suele durar unos cuantos años, dependiendo el tratamiento que se lleve a cabo, la mayoría se suele quitar por si solo, el segundo puede presentarse a cualquier edad, ya sea por estrés, mala alimentación o reacción a ciertos productos.
Hay varios alimentos que deben evitarse para no complicar los episodios de acné, como las grasas, el azúcar, las bebidas gaseosas, el chocolate, incluso el arroz blanco, por ello especialistas indican a los pacientes que deben disminuir su consumo si quieren ver cambios en su piel, desde luego lo primordial es tomar agua constantemente para ir limpiando los poros.
Antes de adquirir cualquier producto de venta libre, asegúrate de que sea para tu tipo de piel y si notas cualquier extraña sensación o reacción, suspende su uso de inmediato. Lo más recomendable es acudir con un especialista para recibir un tratamiento clínico y utilizar cremas o jabones adecuados para el grado de nuestra lesión.
Un acné puede durar unas semanas o extenderse por años, afectando el rostro de forma irreversible, pues las marcas que suele dejar tras su aparición, son muy difíciles de tratar y sobre todo muy costosas.
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