Cuando comienza el frío se tiene la creencia de que el mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya se esconde o escasea, por lo que las personas que prestan atención a estos padecimientos bajan la guardia.
Es cierto que los mosquitos no sobreviven a temperaturas inferiores a 10 grados, pero si pueden picarte durante la temporada decembrina, es decir, en el invierno.
A la fecha se registran en Morelos un total de 553 casos de dengue, de ellos 243 no graves, con signos de alarma 292 y 18 casos de dengue grave, incluidas tres defunciones; cinco casos de zika, y no hay casos de chikungunya.
¿Cuál es el dengue no grave y grave?
La enfermedad comienza con un dengue clásico o no grave, que no suele presentar mayores complicaciones si se atiende oportunamente, pero si no hay la atención adecuada se corre el riesgo de convertirse en dengue hemorrágico o grave, manifestándose con erupciones en encías, hemorragias internas, además de causar shock, lo que podría provocar la muerte.
Por ello, es importante estar pendiente de los síntomas como la fiebre alta, sarpullido y dolor en los músculos y las articulaciones, así como ir a atención médica a la brevedad.
¿Cómo puedo evitar que se propague el mosquito transmisor?
Autoridades de Salud de Morelos piden realizar acciones de saneamiento básico en patios, jardines y azoteas para evitar la propagación del mosquito transmisor.
Es importante voltear o tapar todos los recipientes que puedan almacenar agua, así como desechar botellas, llantas, latas o trastes que no se utilicen.
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