Máscaras de látex en Morelos le han dado la vuelta al mundo
Ella es Dioselina, hoy ya se jubiló, pero durante 40 años, dedicó su vida a la elaboración de máscaras, estas máscaras dde terror que se utilizan en Halloween.
Ahora le voy a contar resumidamente la historia de Dioselina, quién dedicó casi 4 décadas de su vida a realizar estas creaciones.
Piezas dignas de las más terribles pesadillas que han llegado a casi todo el mundo, fabricadas en Jiutepec, Morelos.
Sus creaciones le han dado la vuelta al mundo
Son máscaras de látex que ella misma pintó y decoró con sus manos tras 37 años de ardua labor, ahora vuelve con nostalgia al sitio que vio crecer desde las raíces.
“Un poco triste y a la vez contenta, triste porque lo que yo hacía aquí era algo que me encantaba mucho hacer, que era pintar, decorar, y pues me siento bien porque de tantos años que trabajé, pues mi cuerpo como que ya me pedía un descanso, pero ahorita que llegué a la empresa otra vez me movieron las emociones como que de agarrar un pincel y volver a empezar a pintar”, comentó Dioselina Astudillo, artesana retirada.
Tuvo un difícil comienzo
“Los primeros años fueron complicados, había que levantarse muy temprano y viajar para estar a tiempo y cumplir con el trabajo... Yo me despertaba a las cinco de la mañana porque vivía en Temixco, de allá a acá está un poco retirado y me despertaba con la sensación, y pues ay no, ya no voy a ir a trabajar. Los primeros días sí me costó mucho trabajo adaptarme, sentía como que me iban a regañar, como que estaba faltando a mi trabajo y como que me iban a mandar a traer para regañarme, no sé, esa sensación tenía”, relató Dioselina.
Ahora buscan inspirar a otros con su historia
Llegó a través de una simple prueba de iluminación al viejo taller, donde solo laboraban 20 personas, así cuenta como vio crecer la empresa y los motivos que la inspiran ahora a aconsejar a las nuevas generaciones.
“El tiempo se pasa de volada, yo no sé ni cómo se me fueron estos 37 años porque es algo que me encanta a mi, pintar. entonces yo lo que les digo es que le echen ganas, la vida pasa muy rápido, van aprendiendo y esto va creciendo, va mejorando. cuando yo entré a trabajar las máscaras se secaban en el sol y ahora hay muchísima maquinaria, todo va mejorando y es mucho mejor”, comentó Dioselina.
Ya retirada, Dioselina piensa seguir aplicando sus conocimientos iluminando sus propias creaciones, actividad que se convirtió en la pasión de su vida.
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